Grupo VAPF y UNICEF, aliados para apoyar a la Comunidad Rohingya.
13.04.2021
En Grupo VAPF, dentro de nuestro programa de Responsabilidad Social Corporativa, hemos realizado una colaboración económica para apoyar al pueblo Rohingya, refugiados que llegan a Bangladesh, huyendo desde Myanmar (antigua Birmania), de lo que la propia ONU ha calificado como una "limpieza étnica".
Los Rohingya forman un grupo de alrededor de 1 millón de personas, concentrados como grupo étnico en Birmania, cerca de la frontera con Bangladesh y, a diferencia del 90% de la población birmana, que profesa el budismo, los Rohingya son musulmanes.
En Birmania no son considerados ciudadanos y se les acusa de haber emigrado de Bangladesh, lo que Bangladesh niega, lo que los convierte en un pueblo "sin estado" y "virtualmente sin amigos".
Llevan décadas siendo víctimas de torturas, negligencia y represión, viviendo en guetos, apartados del resto de la sociedad, hasta el punto de que no pueden casarse o viajar sin permiso y no tienen derecho a tener tierras u otras propiedades.
El sometimiento de décadas ha cuajado en la formación de grupos radicales, lo que a su vez ha llevado a redadas, ofensivas militares y actos de violencia extrema contra todo el colectivo, incluyendo mujeres y niños.
Esta violencia extrema ha obligado a que, desde agosto de 2017, más de 650.000 personas, más de la mitad niños, hayan huido desde Myanmar a Bangladesh con absolutamente nada. Llegan traumatizados por las experiencias vividas, para vivir en precarias condiciones, sin acceso a agua, salud ni ningún otro servicio básico, con riesgo para los menores de secuestros y abusos sexuales.
Por si esto no fuese suficiente, se acerca la época de los ciclones y lluvias torrenciales, lo que en sus circunstancias, significa derrumbe de viviendas, pérdida de más del 50% de puntos de agua potable, contaminación fecal (que se traduce en brotes de enfermedades graves como el cólera), pérdida de espacios destinados a la educación, etc
Desde el Grupo VAPF hemos querido colaborar con UNICEF, quien está trabajando directamente en la zona, para proporcionar al pueblo Rohingya refugio, alimentos, agua potable, saneamiento, vacunas y atención médica, todo ello necesario para sobrevivir, así como identificando instalaciones alternativas y escuelas móviles, para que los niños mantengan su educación y posibilidades de jugar y distraerse, imprescindible todo ello para superar sus traumas.
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